¡Hola!

Soy Abel Sogues (1977), fotógrafo de bodas y reportajes sociales del norte de Castellón. Vivo con mi hija Zoe, que es una fuente constante de inspiración y alegría. Como muchos, empecé en la fotografía por curiosidad, trasteando con cámaras y aprendiendo a base de ensayo y error, hasta que en 2012 decidí dar el paso y convertirlo en mi profesión.

Mi experiencia previa con equipos audiovisuales y mi conexión con la naturaleza fueron clave para dar ese salto. En 2014 abrí mi propio estudio con una idea muy clara: crear fotografías que cuenten historias de forma natural, auténtica y entrañable. Imágenes que representen de verdad a quienes aparecen en ellas, y que con el tiempo se conviertan en recuerdos valiosos.

No fue un camino fácil. Al principio, dudaba de mi intuición para capturar el momento justo, y me descolocaba ver cómo la fotografía de bodas se llenaba de efectos y estilos muy artificiales. Pero escuché una frase que me marcó:
“Las modas son como las manecillas del reloj, van y vienen. Pero lo auténtico siempre funciona.”

Esa idea me dio fuerzas para seguir adelante, formarme más a fondo y afinar mi mirada. Aprendí a observar con paciencia, a entender a las personas y a respetar los ritmos de cada historia. Poco a poco fui encontrando mi estilo, y con el tiempo, las parejas también lo fueron valorando.

Hoy puedo decir que me siento orgulloso del camino recorrido, no por ego, sino por la emoción que veo en quienes reciben mis fotos. Eso es lo que le da sentido a todo.

La fotografía está en constante evolución, como uno mismo. Siempre hay cosas que mejorar, pero tengo clara una cosa: la técnica debe estar al servicio de la emoción.

Gracias por llegar hasta aquí.
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Un abrazo,
Abel.